sábado, 24 de abril de 2010

Ella, el satélite, el escapista, el astrónomo, la puerta y los dos picos.

Siempre me han gustado los títulos cortos. Si no conseguía un nombre capaz de sugerir mucho en poco espacio solía renunciar a poner nombre a mis obras. Lo normal, en este caso, es que hubiese elegido un elemento para titular el conjunto. Hoy me ha apetecido hacer lo contrario.